Rebuscando entre mis fotos, he encontrado algo que bien puede servir para la tarea encomendada (transformar en algo artístico un objeto que no lo fuese), y que tiene el mérito de haberlo hecho yo mismo: una preciosa (modestia aparte) tarjeta de cumpleaños hecha a partir de un trozo de goma-eva en el que mis gatas se afilaban las uñas.
Oh! =)
ResponEliminaLa meva pinya!