Las buenas historias no necesariamente son grandes historias con un argumento épico. A veces se encuentran pequeñas perlas que cuentan historias cotidianas de las que se puede aprender mucho. Es el caso de uno de los pocos manga que sigo leyendo tras mi época más friki: Aqua/Aria, de la mangaka Kozue Amano. Aria (con 12 tomos) es la continuación de Aqua (de 2 tomos), pero son la misma historia que simplemente cambio de título. En España la editorial Ivrea lleva publicándolos desde ya ni me acuerdo cuándo, y a día de hoy ya sólo les queda por publicar el último volumen. También cuenta con una serie de animación de tres temporadas (13 capítulos la primera y la tercera, 26 la segunda, un capítulo especial de transición entre la primera y la segunda y otro especial como final de la historia).
Aria se sitúa en un futuro lejano (la historia empieza en el año 2301) en el que Marte ha sido convertido en un planeta habitable. Incrementando la temperatura del planeta, este ha quedado cubierto en su mayoría por agua y por ese motivo ha sido renombrado Aqua. En la ciudad de Neo Venezia, construida a semejanza de
La belleza de esta historia es que refleja de manera sencilla la felicidad que se puede encontrar en cosas tan simples como explorar un lugar que no conocías, pasar una tarde paseando con l@s amig@s, sentarse en el puerto o en un café a contemplar el atardecer… Es una historia que avanza muy poco a poco, pero no importa, pues su encanto está en la atmósfera tranquila que transmite. Es una historia para relajarse y deleitarse en la belleza de los pequeños momentos.